viernes, 25 de mayo de 2007

El Spanker, El Cepillo y La Spankee

Os presento una primicia mundial, el remake Spanko del famoso filme de Sergio Leone. Vamos a construirlo entre todos
El Spanker, El cepillo y
La Spankee
Ahora solo hace falta un buen guión, a ver quien se atreve en pocas líneas a escribirme una historieta spanko sobre este "nuevo western". Será una historia abierta, en la que cada uno aportará algún renglón, enlazado con el anterior. Yo me comprometo a hacer un montaje enlazando imágenes, historia y vídeos.
Como anfitrión, yo escribiré las primeras líneas:
-"A tus nalgas rojas se acostumbraron mis ojos como el polvo al camino, vaquera" -dijo él, tras terminar de domar a aquella fierecilla con botas y trasero digno de los mejores salones.
-"No eres mas que un bastardo y bruto cretino, se nota en la forma en que azotas"- contestó Dakota con altanería mientras subía sus bragas y recolocaba su vestido. No había tenido suficiente con la ración de azotes que le había propinado el capataz del rancho por dejar escapar un par de caballos. Ser la hija del dueño, no la exoneraba de los azotes, mas bien le imponía una férrea disciplina con el consentimiento de su padre.

To Be Continued....

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4 comentarios:

Cometospk dijo...

Ya están habilitados los comentarios para el post. Gracias por avisar, Selene
Un beso

Anónimo dijo...

Negros nubarrones en el horizonte presagiaban una tormenta de las que no se olvidaban fácilmente en aquella región.
Dakota se alejó unos pasos, "ojalá te parta un rayo y yo lo pueda ver con estos ojos". Se dio la vuelta y continuó su camino hacia la casa dando grandes zancadas.
El capataz sonrió y escupió el tabaco, le gustaba aquella endiablada muchacha pero por Dios que daba más trabajo que cinco potros recién capturados. Miró el cielo...no,no traía nada bueno.

Mientras, Dakota había subido las escaleras hacia su dormitorio y,encerrada, miraba su trasero en un espejo, acariciando con deleite sus doloridas nalgas.


Ada.

Cometospk dijo...

Ada, bienvenida al blog, ya se hacía esperar un poco la continuación de la historia...
Muchas gracias por el añadido, poco a poco, la historia se va conformando.
Espero verte mas por aquí

Anónimo dijo...

Si con todo lo que había hecho últimamente solo se había ganado unos cuantos azotes ya no sabía que idear para provocar de verdad al capataz. Cada vez que sus manos duras de hombre de rancho la volteaban cogiendola por la cintura para ponersela en las rodillas y azotarla entre los gritos e insultos que profería sin tregua con ese vocabulario más propio de la cantina que de una chica como ella, realmente se deshacía por dentro soñando que él terminaba por sacarse aquel cinturón de cuero y azotándola con él.

Recordaba de niña haber visto aquel hombre, curtido y a pesar de ello atractivo, que le sacaba más de veinte años, quitarse el cinturón y emplearlo sobre las nalgas del muchacho que se encargaba en aquellos días de llevar la paja límpia a los establos tras sorprenderlo acariciando a escondidas a la hija de McLein.

Bien sabía el capataz que de haberles sorprendido el padre en vez de él mismo, la historia hubiera terminado mucho peor y aquella escena, con el chico gritando con las nalgas desnudas, doblado sobre el tronco, la revolvió por dentro hasta el punto que desde entonces decidió que haría lo imposible por hacerse azotar por él. Costara lo que costara.

La tormenta empezaba a descargar con fuerza y Dakota se asomó a la ventana para observar desde allí como el capataz desafiaba a las inclemencias del tiempo para asegurarse de que no había ningún problema en el rancho. Estaba claro, aquel era su hombre...